Zidane se movía con la gracilidad de un bailarín. Con deslumbrante maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con inspiración divina. Sus pases eran milimétricos, como pinceladas magistrales en https://janicexivr156955.blogdigy.com/análisis-táctico-del-momento-del-cabezazo-de-zidane-59859017